sábado, 23 de agosto de 2008

Embarazo y Conduccion

Durante el período de embarazo la mayoría de las mujeres suelen evitar todo aquello que pueda dañar o perjudicar el desarrollo del futuro bebé. Procuran tener una alimentación sana y equilibrada, la abstención al consumo de estimulantes y de alcohol y hasta la realización de ejercicio físico. Más aún son capaces de renunciar a toda aquella actividad cotidiana que no resulte beneficiosa para el bebé.
Sin embrago, es bastante común que desconozcan cual es el comportamiento más seguro cuando suben a un automóvil, ya sea en su carácter de conductora o de pasajera.
El tema sobre el que específicamente existen ciertos reparos es sobre el uso del cinturón de seguridad.
El uso del cinturón de seguridad por parte de la mujer embarazada está unánimemente reconocido por expertos e investigadores en seguridad vial. Sin embargo, en muchas mujeres existe el temor, bastante comprensible por cierto, de que el cinturón ejerza una presión tal que pueda dañar al feto e incluso provocar su aborto.
Según investigaciones al respecto, nada hace pensar que ante cualquier tipo de colisión, el uso del cinturón aumente el riesgo de producir lesiones en el futuro bebé, el útero o la placenta, si bien puede aumentar la presión en el líquido amniótico en el momento del impacto. El mayor riesgo para el feto sigue siendo que la madre fallezca o sufra lesiones.
Según pruebas e investigaciones hechas en los Estados Unidos la principal causa de pérdida del feto es la muerte de la madre y la segunda causa es el desprendimiento de la placenta, y esto último así como otras complicaciones se presentan principalmente cuando la madre no utiliza ningún elemento de retención.


1.- Para que el cinturón de seguridad cumpla adecuadamente su función sin dañar al futuro bebé, es fundamental su correcto ajuste y se recomienda lo siguiente:

2.- La banda inferior o pélvica debe colocarse lo más bajo posible del vientre y bien ceñida a la pelvis, nunca sobre el estómago o vientre.

3.- La banda superior o toráxica debe ubicarse sobre el esternón y entre los senos, nunca detrás de la espalda ni debajo del brazo o axila.

4.- La parte inferior de la banda toráxica debe pasar alrededor del vientre y no por encima de éste.

5.- Debe evitarse cualquier tipo de holgura de las cintas y la utilización de almohadones en el asiento o espalda

6.- Tampoco se recomienda que se siente sobre la banda pélvica para utilizar únicamente la toráxica

El airbag puede proteger tanto a la madre como al futuro bebé, siempre que la distancia que los separe del sistema de retención sea mínimamente de 20 a 25 centímetros y que el airbag del volante esté direccionado a la cabeza y tórax y no al vientre.
Por otra parte debe ajustarse tanto la posición del volante como del asiento a medida que avanza el período de gestación
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