sábado, 23 de agosto de 2008

Linea de Pare

El sistema de señales en la vía pública constituye la base para el ordenamiento del tránsito vehicular y peatonal.

Dentro de este sistema, el señalamiento horizontal, es decir las líneas y signos demarcados en el pavimento, tiene por objeto regular el tránsito, encauzarlo y transmitir órdenes, informaciones o advertencias al usuario.

Cuando nos referimos a la línea de detención que se antepone a la senda peatonal, debemos saber que su función es delimitar espacios, es decir establecer el límite de frenado de vehículos en una intersección, determinándose una zona de seguridad entre los vehículos y el lugar de cruce de los peatones.

El respeto de las demarcaciones horizontales por parte de los conductores deja bastante que desear en nuestra vía pública, basta simplemente con observar una calle o avenida y ver como los vehículos se desplazan sin respetar las líneas que separan los carriles, ver a peatones que al cruzar no utilizan las sendas peatonales o lo que es peor, ver adelantamientos en rutas donde la línea continua advierte la inconveniencia de la maniobra.

Quisimos que los números hablaran de por sí y contabilizamos en una intersección la cantidad de conductores que respetaban la línea de detención y los que no lo hacían al tener que frenar ante la luz roja del semáforo.
Registramos el comportamiento de 1.892 conductores en la intersección de una avenida (del Libertador) y una calle (Tagle) de la ciudad de Buenos Aires.

El conteo se efectuó durante tres jornadas, contemplando que fuera al inicio, mediados y fin de la semana laboral, en horarios de mañana y de tarde.
Sobre la calle se consignó que el 72 % de los conductores respetó la línea de detención y el 28 % no lo hizo.
Por otra parte, en la avenida, el 61 % acató la señal horizontal y el 39 % no lo hizo.

Tengamos en cuenta que no respetar este señalamiento es ni más ni menos que la utilización por parte del conductor de un espacio que no le es propio, la invasión de una zona que además está destinada a la seguridad del peatón.

Puede parecer que no es grave, sin embargo creemos que estos porcentajes denotan un síntoma, como la punta de un iceberg, que esconde debajo serias falencias: la de la conciencia colectiva, la del respeto por el otro, la de no reconocer los propios límites, la del sentido del deber; en una palabra la de la falta de educación vial.

No hay comentarios: